miércoles, 18 de mayo de 2011

Insostenibilidad democrática: del riesgo a la turbulencia

RESUMEN

El planeta no es infinito: de acuerdo al vigente modelo de riqueza puramente extractiva, los recursos se agotan y el propio planeta se agota. La sostenibilidad se presenta como un parche intermedio, para salvar el modelo económico (insostenible) y para salvar el planeta, al mismo tiempo –capitalismo verde–. Inútil, según todas las previsiones. Lo mismo ocurre en el terreno de la política: concebido el ciudadano como mero instrumento comercial, sometido a todo tipo de tropelías en beneficio de un sacrosanto modelo político-económico elevado al rango de dogma, la democracia no puede sino rendirse a los pies de los grandes flujos de poder que se establecen al margen de los gobiernos, del interés común. En este mismo sentido, la Democracia, como tal sistema de organización del bien común, deja de ser un refugio para convertirse en un desierto. La materialización del riesgo, esto es, la turbulencia, se convierte en el fenómeno atmosférico –climático y político– característico de las sociedades contemporáneos. La certidumbre ha muerto, y con ella, la vida en común y la democracia.